Nando Olcina Ureta

Suelo decir que “el Derecho es como la tónica”, pues hay que aprender a amarlo.

Aprendí a amar el Derecho cuando por fin encontré el área de especialización a la que tengo la suerte de dedicarme ahora: el asesoramiento a proyectos o negocios con un eminente componente digital, pues integra materias tan diversas y apasionantes como derechos de autor, marcas, protección de datos, derecho de los consumidores, derecho de la publicidad, competencia desleal, contratación civil y mercantil y muchas otras.

Hace ya unos años, un afortunado capricho del destino tuvo la culpa de que conociera a mi socio Javier y, apenas colaboramos en un par de asuntos, no dudé en embarcarme en Bamboo Legal cuando me lo insinuó. Encajamos a la perfección en cuanto a valores y forma de trabajar. Ambos consideramos imprescindible que nuestros clientes se sientan cómodos y acompañados en cualquier cuestión legal que les pueda afectar y en la que nosotros les podamos ayudar.

Valoro mucho el trabajo en equipo, siempre de forma eficiente, dedicando tiempo al estudio y a la ejecución minuciosa de los encargos que tenemos la suerte de llevar a cabo, primando la profesionalidad, pero sin dejar de lado la cercanía con un trato personalizado y directo.

En una de las áreas en las que trabajo, la protección de datos personales, hay una clara labor de “evangelización”, pues en ocasiones no se aprecia el riesgo existente en el tratamiento de datos y el impacto que puede suponer para un negocio. Lo que más me gusta de mi trabajo es involucrarme para entender los pormenores de cada proyecto con el fin de intentar dar la mejor solución legal a las necesidades que se plantean en el proceso.

Soy muy feliz de formar parte del equipo de Bamboo Legal y estoy muy orgulloso de todos los que lo integran: Luis, Eliana y Alberto, además de mi socio Javier. Todos ellos grandes profesionales con los que es un lujo trabajar y que desde el primer momento han sumado a este nuestro proyecto.